Actualmente, las empresas del sector salud reconocen la importancia del pensamiento creativo a la hora de realizar sus nuevas contrataciones, pues se encuentra entre una de las capacidades más demandadas en el sector.

Los procesos creativos van mucho más allá de generar ideas como por arte de magia. En este artículo queremos contarte cómo puedes desarrollarlo y, de esta manera, construir ideas más sólidas y funcionales para tu área de trabajo, o incluso, tu día a día.

Para comenzar, ¿qué es la creatividad?

Generalmente, la creatividad se asocia con la capacidad de generar nuevas ideas o soluciones que se diferencien de las habituales y que estén alejadas del pensamiento tradicional, está ligada a la memoria, la imaginación y la inteligencia, las cuales tienen un papel clave en la generación y materialización de una idea o solución para un problema previamente estipulado.

Ahora bien, teniendo claro el concepto de creatividad, podemos comenzar a hablar acerca de los procesos creativos, los cuales podríamos definir como el conjunto de etapas o fases que se desarrollan para poner en acción el pensamiento creativo con el objetivo de resolver un problema, iniciar un proyecto o proponer una nueva forma de ejecutar algún proceso.

Por muchos años se ha asociado la creatividad casi que con exclusividad en áreas como la literatura, la música o la pintura. Sin embargo, el proceso creativo va más allá y está abierto a cualquier área profesional, por ende, ser creativos en el sector salud resulta de vital importancia al momento de aportar soluciones novedosas y así mismo, potenciar una de las capacidades más demandadas en la actualidad.

¿Cuáles son las etapas de un proceso creativo?

Existen gran variedad de caminos por recorrer a la hora de desarrollar un proceso creativo, sin embargo, hoy queremos contarte las principales fases durante el proceso para hacer de esta experiencia algo más sencillo y organizado. Continúa leyendo y descúbrelas.

Problema: todo proceso creativo tiene un punto de partida, en este caso, debes plantear un problema u objetivo determinado. En este punto deberás plantearte varias preguntas acerca de qué quieres lograr y detenerte un momento para analizar el problema y tener una idea más amplia del mismo.

Lluvia de ideas: en esta etapa, el objetivo es generar la mayor cantidad de ideas posibles encaminadas a la solución del problema. Este es tu momento de dejar volar por completo tu imaginación, pues en esta etapa ninguna idea pretende ser juzgada, ¡todo es válido! Te recomendamos utilizar un temporizador para que tengas un límite de tiempo y así estimular tu cerebro a trabajar un poco más. 

Si al finalizar encuentras ideas que consideras que pierden el foco, no te preocupes, posteriormente, determinarás de manera más específica qué hacer con esas propuestas y su viabilidad. 

Selección de ideas: es momento de elegir aquellas ideas que están más orientadas a la solución del problema o consecución del objetivo. Si estás desarrollando el proceso creativo en equipo, podrás tener todo tipo de opiniones acerca de las ideas y depurar con mayor facilidad, en caso tal que estés haciendo el proceso de manera individual, te recomendamos compartir estas ideas con alguien más para que puedas recibir otro punto de vista.

Puesta en práctica de las ideas: una vez seleccionadas las mejores ideas, la puesta en práctica o testeo será el paso a seguir, bien sea de forma individual o con tu equipo de trabajo.

Evaluación: en esta fase, se desarrolla la evaluación de la implementación de las ideas que se han llevado a cabo. En este punto, debes tener en cuenta la viabilidad de las ideas, si son funcionales, y por supuesto, si solucionan o cumplen el objetivo planteado. Este es un buen momento para determinar si la idea necesita ajustes o considerar otras alternativas. 
Ahora que ya conoces un poco más acerca de los procesos creativos y su importancia, te invitamos a potenciar tus conocimientos viendo el curso: Proceso creativo para generar soluciones en el sector salud, donde aprenderás a llevar a cabo dichos procesos con tu equipo de trabajo o empresa, mejorarás tu creatividad y aumentarás tu capacidad de proponer nuevas ideas.